Trabajé con ella cuando era una niña de 14 años, pero ya una actriz, aunque tal vez ella no lo sabía. Necesitaba una adolescente para interpretar a la niña protagonista de "El Embrujo de Shanghai". Tras un casting exhaustivo, cientos de chicas, en distintas ciudades... un día apareció Aida. Llegó al final de la tarde. Y al momento supimos que era lo que buscábamos. Aún así, le seguimos haciendo pruebas durante un tiempo. Era un proyecto muy complicado y había que estar seguros. Diez años después de aquel rodaje, he vuelto a tener el placer -y la suerte- de rodar de nuevo con Aida. Ahora ya era ya una mujer. Y una Actriz. Pero no había perdido nada en el camino, al contrario. Simplemente ahora era alguien apasionada y enamorada de su trabajo. En los 10 años transcurridos, Aida ha hecho largos y cortos, cine, teatro y televisión, protagonistas y secundarios... Aida conoce lo duro, lo sacrificado que son el trabajo y la vida del actor. Pero todo ello no ha hecho sino aumentar su pasión y su exigencia con todo y con todos, pero, antes que nada, con ella misma. Aida Folch es una fuerza de la naturaleza, una mezcla explosiva de impulso y sentido común, de locura y sensatez, de entusiasmo y escepticismo, de intuición y esfuerzo. Es de una generosidad tal que hay que pensárselo dos veces antes de pedirle algo. Pocas veces un actor me ha dado tanto como Aida le ha dado a "El artista y la modelo". Desde irse a vivir a Francia para aprender el idioma, a hacerse modelo ya antes de la película para poder serlo luego de verdad ante la cámara. Pero eso no es nada. Aida no sólo es capaz de interpretar la película desnuda prácticamente todo el tiempo, sin que eso la distraiga un instante de su trabajo, de lo importante, de lo esencial, que era dar vida y alma -y cuerpo- al personaje de Mercè. En un momento del primer día de rodaje, Jean Rochefort me llevó a un rincón del decorado y me preguntó: "Pero, ¿de dónde la has sacado? No es que no tuviese confianza en tu criterio, sabía que elegirías una buena actriz para el personaje, pero ni en mis mejores sueños hubiera imaginado algo así". Pero eso no es todo, Aida además crea un ambiente maravilloso en el rodaje. Todos la quieren. La cámara la quiere. To también. Si mis colegas supieran lo que es trabajar con ella, no tendría fechas en todo el año. Aida forma ya parte no solo de mi cine, sino de mi vida. Y solo deseo que la vida le dé todo lo que se merece.

- Fernando Trueba

El cine es un lugar mejor desde que Aida llegó. A veces peco de exagerado, pero en este caso me quedaré corto seguro. El rostro de Aida debería ser declarado Patrimonio de la Humanidad, porque es arte, elegancia, sensibilidad y perfección. Mi amiga encima ha tenido la inteligencia de pulir esa belleza innata para dar forma a los personajes más interesantes y maduros del cine español. Podría hacer referencias que evocan al neorrealismo italiano, o a muchos de los personajes femeninos de la Nouvelle Vague pero ella es en sí misma abrumadoramente inspiradora y no tiene comparación. Como anécdota me gustaría compartir algo. Muchas veces cuando tiene un cásting para alguna película me llama para que le ayude a pasar texto e incluso grabar el “self tape-audition”. En ese momento de intimidad en el que grabo y le doy la réplica me quedo boquiabierto viendo cómo se transforma y admirar su fotogenia se convierte en una experiencia mística tanto que la última vez que le ayudé con “la prueba” estaba tan deslumbrado que me riñó con un –Venga Fernando, así no podemos estar! Hace unos meses rodó su primera película americana, aprendiendo inglés en un tiempo récord, porque su valentía no entiende de excusas ni de peros, y así conquistará al mundo entero. Ahora pasará por Andorra con motivo de un reconocimiento que le hacéis. Leyenda viva del cine español. Es un buen momento para revisionar sus películas, estar pendiente de las que vienen porque actrices como Aida hacen que el cine merezca la pena. Actores, actrices y público son los que lo mantienen vivo. No dejéis nunca de ir. Mujeres como Aida trabajarán con muchísimo esfuerzo para contaros historias que os harán soñar. La vida de los que te tenemos cerca es extraordinaria. Te quiero hermanita.

- Fernando Tielve

Le muestro el retrato a Aida y me dice: "Qué fea me veo, ¿no?", y yo le digo que eso es normal porque es muy fea, posiblemente la mujer fea más guapa del mundo. Aida rompe las reglas de todos los juegos que existen, y eso, para una actriz, es el mayor tesoro que pueda poseer. Aida tiene un carácter de mil demonios y cada uno de esos demonios lleva incrustado en el pecho un poema de amor encendido. Cuando Aida sonríe, los ojos se le achinan y le sale un no sé qué en la comisura de los labios y entonces, el mundo, gira en la dirección más acertada. Gracias, Aida, por todas y cada una de tus confesiones, por todas y cada una de tus miradas, por tus silencios ( como digo en uno de mis antiguos poemas: "Porque nuestros silencios se hablan entre sí como cotorras"), por tus sonrisas, por tus bromas y tus dudas. Eres una reina fea, pero no sé cómo ni por qué, al mismo tiempo, una de las mujeres más guapas del mundo. Te quiero, amiga.

- Roberto Álamo